Por Juan Arturo Muñoz E.
@juanarturom
Gracias al fútbol un país pequeño puede ser grande
Roger Milla. Futbolista camerunés.
Por un lado la Sub-17 es campeona del mundo, por el otro México con una Sub-22 parchada, será último lugar de la Copa América 2011, del gozo al pozo, del cielo al infierno, la diferencia parece abismal, la opinión se polariza, aunque la cosa es mucho más sencilla, el trabajo es la diferencia y ya sé que se lee muy fácil.
Gana un equipo de futbol y le trae alegría a todo un país, los chavos, ahora campeones, estuvieron 2 años entrenando, jugando, concentrados en convertirse en un equipo, en ser solidarios, es decir, trabajando juntos, al final lo lograron, coronándose en el Azteca, en un hecho histórico para el futbol de este país; por segunda ocasión en una competencia para menores de 17 años México puede decirse Campeón del Mundo.
Por el contrario los que fueron a Argentina a la aventura de la Copa América llevaban, para empezar, la limitante de CONCACAF (Confederación futbolera a la que pertenece México) que sólo les permitía inscribir jugadores sub-22 más cinco refuerzos mayores, de esa forma el Tri llevaría a su mejor selección a la Copa Oro, dejando que la selección menor acudiera a Sudamérica para rifársela con un esquema medroso de Luis Fernando Tena, quien planteó los tres juegos para no perder.
Claro que a la limitante de la CONCACAF le sumamos el incidente en Ecuador donde se dan de baja a 8 jugadores tras la visita nocturna que ya todos conocemos, aunque no bien, porque como siempre, hubo cosas raras y especulaciones alrededor de las suspensiones y no es que debamos de saber exactamente lo qué paso, los dirigentes de la selección decidieron ser “implacables” y suspender en ese momento a los “implicados” cumpliendo “cabalmente” con su reglamento interno.
Entonces, lo que sí pedimos es que se hubiera castigado a los que realmente cometieron el fallo al reglamento, porque al final pagaron unos por cubrir a otros en un hecho penoso que sirvió de introducción a un torneo para el olvido que honestamente no reflejo el nivel de nuestro futbol y donde al final los menos culpables fueron los jugadores porque ni los directivos en la mesa ni el DT en la banca supieron defender los intereses de esta selección.
A lo que sigue entonces… “El equipo somos todos”, hoy más que nunca en el futbol esa frase toma importancia, las grandes individualidades han dejado de pesar en los equipos cuando frente a ellos tienen a otro conjunto que trabaja mejor como equipo, la muestra es la selección argentina que no tiene funcionamiento coordinado a pesar de contar con el mejor jugador del mundo, aunque ejemplos sobre esto, a favor y en contra, hay muchos. Es por eso que la palabra trabajo toma gran importancia.
¿Dónde estamos parados futbolísticamente? Yo lo quiero ver positivo y tomo como mejor referencia a la Sub-17 el trabajo, la unión y la entrega mostrados por ellos en la cancha fue evidente y contagiaba más allá de la pantalla, además, algo debe tener esta categoría que gana el campeonato por segunda ocasión, o sea esto ya no es casualidad, pero quiero tomarlo para llevarlo hacia otro terreno sin alocarme de más (espero lograrlo). Porque no, no dejo de haber muertos en el país, no subió la tasa de empleo, no amanecimos con más dinero el lunes posterior a la victoria en el Azteca (al menos los que no somos directivos) o con mejores calificaciones en la escuela.
Pero sí despertamos más contentos, al menos yo, más niños y niñas salieron a jugar futbol, al menos eso pude ver en mi calle, estaría bueno aprender algo de este deporte en equipo, los adolescentes muestran el camino a seguir, hay que valorarlo, es válido desbordarse en el momento y festejar, ya sabemos que este es un país habido de triunfos pero nos cuesta trabajar en conjunto para alcanzarlos, porque dentro de la complejidad del mexicano encontramos que cuando hacemos bien las cosas no nos la creemos.
Entonces mi propuesta es que seamos solidarios en lo que hagamos (sin alusión demagógica al sexenio salinista), aprendamos a trabajar en equipo para alcanzar el éxito en lo que nos toque ¿A poco no se siente bien chingón ser campeones? Yo quiero repetir esa sensación, vamos a divertirnos haciendo lo que nos gusta para ganar…
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